miércoles, 9 de marzo de 2011

Jorge Bucay, Cuentos para pensar

Jorge Bucay nació en Buenos Aires en 1949. Es médico psiquiatra y psicoterapeuta gestáltico. Trabaja en Argentina, México y España, dictando cursos de psicología de la vida cotidiana para organizaciones y grupos de reflexión. Es autor de nueve obras: Déjame que te cuente, Cuentos para pensar, Amarse con los pies abiertos (publicadas por RBA Integral), Cartas para Claudia, De la autoestima al egoísmo (de próxima publicación), y los cuatro libros de la serie "Hojas de Ruta", publicados por Grijalbo: El camino de la autodependencia, El camino del encuentro, El camino de las lágrimas y El camino de la felicidad. Está casado y tiene dos hijos.


Citas interesantes:

"Los cuentos sirven para dormir a los niños y para despertar a los adultos."
"En su pequeñez, cada semilla contiene el espíritu del árbol que será después."


Tras llevarnos de la mano por los senderos mágicos de los cuentos ancestrales de Déjame que te cuente, Jorge Bucay nos ofrece ahora estas historias, fruto de su propia inventiva. Su objetivo es crear un vínculo con el lector en el que el cuento se conviertaen un lazo único con el escritor. Bucay, ante todo, hace una apología de la solidez y la fiabilidad de la indiscutible mirada del sentido común.

De la sabiduría sufí
"El maestro sufí contaba siempre una parábola al finalizar cada clase, pero los alumnos no siempre entendían el sentido de la misma...
-Maestro -lo encaró uno de ellos una tarde-. Tú nos cuentas los cuentos pero no nos explicas su significado.
-Pido perdón por eso -se disculpó el maestro-. Permíteme que en señal de reparación te invite a un rico melocotón.
-Gracias, maestro -respondió halagado el discípulo.
-Quisiera, para agasajarte, pelar tu melocotón yo mismo. ¿Me lo permites?
-Sí, muchas gracias -dijo el alumno.
-¿Te gustaría que, ya que tengo en mi mano el cuchillo, te lo corte en trozos para que sea más fácil comerlo?
-Me encantaría... Pero no quisiera abusar de tu generosidad, maestro...
-No es un abuso si yo te lo ofrezco. Sólo deseo complacerte... Permíteme también que lo mastique antes de dártelo...
-No, maestro. ¡No me gustaría que hicieras eso! -se quejó sorprendido el discípulo.
El maestro hizo una pausa.
-Si yo os explicara el sentido de cada cuento, sería como daros a comer una fruta masticada."


Carta de un asesino confeso
Muchos meses de mi investigación los he dedicado a estudiar psicología. Ha sido un intento de llegar a comprenderlo a usted y sus mecanismos. No me cabía en la cabeza que un individuo que se dedicaba a la justicia tuviera una idea tan poco aceptable de la moral y de lo justo. Aprendí, entonces, algo que se llama "formación reactiva" (un supuesto mecanismo mediante el cual uno actúa para intentar cambiar el signo de la acción que sigue a un deseo censurable...).

El guerrero
¡La magia sólo dura mientras persiste el deseo!

Obituario para un hombre singular
Ser feliz es sentir la convicción de estar en el camino correcto.

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