Colección Escolar 1 (Literatura) Ediciones Siruela
Caperucita es un clásico de la literatura sobre la iniciación a la vida adulta, sobre los peligros a los que tenemos que hacer frente y la exigencia de hacerlo en libertad y soledad.
Carmen Martín Gaite nos recrea magistralmente esta historia y la adapta a la sociedad en la que vivimos, con una Caperucita que es una niña de hoy y que se mueve en un bosque muy diferente (Manhattan), aunque también se encontrará con los personajes del famoso cuento, aquí completamente diferentes: miss Lunatic, mister Wolf, etc.
Al leer Caperucita en Manhattan, uno de los grandes éxitos de la literatura juvenil de los últimos años, se nos proporciona la ocasión de reflexionar sobre nuestro propio mundo, sobre la manera en que nosotros intentamos cada día ser diferentes y sobre cómo ser nosotros mismos en la sociedad en que nos ha tocado vivir.
Invitación a la lectura:
A/ Caperucita Roja procede de los relatos tradicionales
Secuencias (según el cuento de Charles Perrault):
1.- La abuela de Caperucita vive con sus padres en una aldea, mientras que su abuela vive sola en una casita en el centro del bosque.
2.- La abuela de Caperucita enferma. Ante la imposibilidad de visitarla ella misma, la madre la envía a casa de la abuela con un cesto de provisiones en el que figura una galette (un bizcocho).
3.- Antes de partir, la madre advierte a Caperucita que no se detenga en el camino ni hable con nadie.
4.- Caperucita desobedece la orden materna. Se detendrá a coger avellanas, perseguir mariposas, hacer ramilletes de flores y, sobre todo, a charlar con el Compadre Lobo, contándole ingenuamente a dónde se dirige.
5.- El Compadre Lobo propone a la niña un juego: correr para ver quién llega antes a casa de la abuela. Él, utilizando un atajo, llega el primero y devora a la anciana. Se disfraza con sus ropas, se mete en su cama y aguarda la llegada de la niña.
6.- Cuando ésta llega, la falsa abuela le ruega que se meta con ella en la cama para calentarse. Caperucita comienza a observar las diferencias corporales entre el Compadre Lobo y su abuela, hasta que el descubrimiento de sus enormes dientes le revela la verdad, pero ya es tarde. Ella, como la abuela, también es devorada por el malvado lobo.
Perrault terminará su cuento con una moraleja: Caperucita es el símbolo de la codiciada inocencia, de todas las niñas buenas y hermosas que, desgraciadamente, hacen caso de toda clase de personas, de las que las más peligrosas son los "lobos melifluos", los embaucadores, de los que hay guardarse especialmente.
B/ El lugar: la ciudad-bosque y sus peligros
Para Sara Allen la isla de Manhattan tiene "forma de jamón con un pastel de espinacas en el centro" (el Central Park), comparación que divierte a sus padres. La abuela de esta historia vive en la zona del Morningside (que se puede traducir como "donde nace la mañana"), una zona pobre al norte de Manhattan. Desde sus ventanas se divisa un parque alargado y solitario, donde, según los periódicos, se esconde "el vampiro del Bronx". Éste es un parque relativamente pequeño. A Sara el que realmente le atrae es Central Park, el gran bosque urbano, misterioso y peligroso (frente a él fue asesinado John Lennon), aunque en esta gran ciudad el peligro parece estar en todas partes.
C/ Caperucita y nuestro tiempo
Sara-Caperucita es una niña de nuestro tiempo.
Pertenece a una familia sencilla, su padre es fontanero y su madre cuida ancianos en una residencia.
Tiene algo en común con todas las Caperucitas (incluso los Caperucitos): está aprendiendo, reuniendo experiencias acerca de la familia, de la monotonía de la vida diaria y del ejercicio de la libertad. … Está creciendo y experimentando sensaciones, unas veces tristes y otras alegres y esperanzadoras, pero, sobre todo, está aprendiendo a tomar decisiones, a elegir aquello que considera mejor y a tomar partido cuando es necesario; está sufriendo su rito de iniciación y espera conseguir su amuleto. Y al final de esta historia lo conseguirá, sin duda, de manos de un fantástico personaje.
D/ La madre y la abuela, dos modelos de mujer
MADRE: trabajadora, esposa sumisa y buena repostera
Modelo representado por su madre: el orden, la aceptación de las normas, la rutina diaria = PRINCIPIO DE ORDEN
ABUELA: ex estrella (un tanto estrafalaria) de Broadway que no se resigna a envejecer y que pretende mantener intacto su atractivo para los hombres. No es buena ama de casa… y aborrece la monotonía en la que vive su hija. Esta abuela no está enferma y no quiere en modo alguno ser cuidada ni mimada con tartas de fresa, pero tiene mucho empeño (como los viejos brujos de las tribus primitiva) en adiestrar a su nieta para la vida y, sobre todo, para el ejercicio de la libertad.
Modelo representado por la abuela: la imaginación, e desorden doméstico y una cierta afición al alcohol = PRINCIPIO DE LIBERTAD
Sara-Caperucita deberá escoger entre estos dos modelos. Ambos modelos corresponden a mujeres de nuestro tiempo, y ésta es una de las transposiciones del relato de Carmen Martín Gaite.
E/ De la galette a la tarta de fresa
La primera Caperucita lleva a su abuela una galette, un bizcocho casero.
Sara-Caperucita lleva a su abuela una tarta de fresa… objeto fascinante, algo codiciado, un objeto de deseo. Desdeñada por la abuela y la nieta por su reiteración, será como lo objetos mágicos de los cuentos maravillosos, el objeto cuya posesión dará la felicidad a uno de los personajes más famosos de este cuento: el Compadre Lobo, o el lobo feroz, o lo que es lo mismo, mister Woolf.
F/ Mister Edgar Woolf, un lobo muy particular
-Lobo del cuento tradicional: malvado, astuto incitador a la desobediencia, movido por el hambre
-Mister Woolf: anciano enormemente rico (imperio económico, magnífico edificio-pastel), deseo de poseer la receta de la auténtica tarta de fresa tradicional. Su interés estará en la tarta.
Al contrario que en el relato de Perrault, Caperucita no es para el Lobo un fin, sino un medio. La estratagema para llegar antes a casa de la abuela no encubre a ningún perverso devorador de niñas inocentes, todo lo más a un avispado comerciante. Tampoco se observan en él rasgos que han subrayado algunos comentaristas de la fábula primitiva: según ellos, el moderno lobo sería el demagogo, el político que utiliza a los ciudadanos para sus propios fines y los engaña con falsas promesas. Este lobo sí tiene rasgos "melifluos", porque es un anciano tímido y sentimental que tiene su propia historia, su pequeña novela rosa que, gracias al objeto mágico, la tarta de fresa, tendrá un final feliz, como en las películas.
G/ Miss Lunatic
-Puede ser un hada (una de las características del cuento maravilloso: las metamorfosis, es decir, las transformaciones: Miss Lunatic deja de ser momentáneamente una anciana).
-Puede ser el espíritu de madame Bartholdi, la madre del escultor de la estatua de la Libertad. Sara presume que ésta es la verdadera personalidad de miss Lunatic (cf. Libro Construir la Libertad)
-Puede ser el alma de la estatua de la Libertad (como todo espíritu, reside en un cuerpo, en este caso de metal verdoso, pero puede adoptar la forma de una anciana bondadosa y comprensiva, buena conversadora y siempre dispuesta a ayudar a los demás y, sobre todo, a animar a Sara en su personal conquista de la Libertad).
Sea cual sea la interpretación que prefieras, miss Lunatic será quien otorgue a Caperucita su amuleto, la moneda mágica que usará para incorporarse a un mundo nuevo para ella.
Temas interesantes:
Pág. 33: Elena Fortún, Celia en el colegio
A veces lo que sueño creo que es verdad, y lo que me pasa me parece que lo he soñado antes… Además, lo que ha pasado no está escrito en ninguna parte y al fin se olvida. En cambio, lo que está escrito es como si hubiera pasado siempre.
Pág. 105: Tragicomedia de Calisto y Melibea
A quien dices tu secreto, das tu libertad.
Pág. 244: Fernando Savater y la libertad
El objetivo explícito de la enseñanza en la modernidad es conseguir individuos auténticamente libres […]. La libertad de la que estamos hablando no es un "a priori" ontológico de la condición humana, sino un logro de nuestra integración social. A ello apuntaba Hegel cuando estableció que "ser libre no es nada, devenir libre lo es todo". No partimos de la libertad, sino que llegamos a ella. Ser libre es liberarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario