Elisabeth Kübler-Ross, La rueda de la vida
Leído entre Diciembre de 2012 y Enero de 2013
“Es muy importante que hagáis lo que de verdad os
importe… sólo así podréis bendecir la vida cuando la muerte esté cerca.”
Elisabeth K.-R.
La autora
Elisabeth Kübler-Ross es
médico psiquiatra de gran prestigio mundial. Su libro La muerte: un amanecer la dio a conocer a millones de lectores.
Ahora con La rueda de la vida, la
autora nos entrega unas memorias que se convertirán en su testamento
espiritual.
La rueda de la vida
Elisabeth Kübler-Ross
supo desde muy joven que su misión era la de aliviar el sufrimiento humano y
ese compromiso la llevó al cuidado de enfermos terminales. Mucho fue lo que
aprendió de esta experiencia: vio que los niños dejaban este mundo confiados y
serenos; observó que algunos adultos partían, después de superar la negación y
el miedo, sintiéndose liberados. Mientras que otros se aferraban a la vida sólo
porque aún les quedaba una tarea que concluir, pero todos hallaban consuelo en
la expresión de sus sentimientos y en el amor incondicional de quien les
prestaba oído. A Elisabeth no le quedaron dudas: morir es tan natural como
nacer y crecer, pero el materialismo de nuestra cultura ha convertido este
último acto de desarrollo en algo aterrador. Ahora, sintiéndose cercana a su
propia muerte tras setenta y dos años de vida dura e intensa, la autora ha
decidido escribir estas memorias para recordar junto a los lectores los pasos
importantes que han marcado su trayectoria personal y profesional, desde su
infancia en Suiza hasta las cátedras de las mejores universidades americanas.
El magnífico resultado de este esfuerzo es La
rueda de la vida, un libro tan singular como la misma Elisabeth
Kübler-Ross, una mujer que no cree en los fantasmas de la muerte y sí, en el
poder de un amor incondicional capaz de guiarnos cuando abandonemos la tierra
en busca del hogar definitivo: un remanso de paz y de luz.
Algunos apuntes:
-Hago lo que me parece
correcto, no lo que se espera de mí (p. 281). Hay que vivir cada día como si
fuera el último.
-Dar sin buscar
recompensa, escuchar sin hacer juicios, amar sin condiciones.
-Crecimiento, amor y
servicio.
-Uno no crece si todo es
perfecto.
-En el río de lágrimas,
haz del tiempo tu amigo.
-La lección de cada uno:
crecer espiritualmente.
-El ser supremo: Dios nos
ha dado la libertad. Todo lo que nos ocurre es por un motivo positivo.
-Lección: aprender a amar
y ser amado incondicionalmente
-La vida es una
oportunidad para crecer.
-Todos procedemos y
volvemos a la misma fuente.
-Todos somos bendecidos y
guiados.
-Sanarse primero uno
mismo, y luego ayudar a sanar a los demás.
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